En Granja Cocotla nada se parece al metro. Aquí los pavos pueden abrir sus alas, sentir el pasto bajo sus patas y expresar sus instintos animales. No necesitan antibióticos y su alimentación es infinitamente mejor. Además de forraje verde, maíz, alfalfa y avena, comen alga espirulina, también producida en la granja.”